La vida sigue igual

LA VIDA SIGUE IGUAL

miércoles, 24 de febrero de 2016

Información con recursos

Capaces de "escribir cartas o postales de la guerra"

Buenos días a todos, me llamo Anne y tengo 81 años, y os voy a contar mi historia cuando tenía 14 años y estuve en un campo de concentración.
Yo soy judía y tengo dos hermanas, que afortunadamente no llegaron a ir conmigo al campo de concentración. 
Cuando llegué al campo de concentración (que estaba en Alemania), lo primero que hicieron todos los soldados que había allí, fue quitarnos todas nuestras pertenencias, y separarnos a los chicos de las chicas.
Dormíamos en habitaciones de quince personas cada una, y pasábamos mucho frío, ya que no teníamos ningún tipo de calefacción, y las mantas que teníamos eran escasas. La primera mañana que estuvimos allí, nos llevaron a tod@s a lo que suponía que era la "peluquería", y nos cortaron el pelo a todos.
Diariamente cuando nos levantábamos, las chicas teníamos que lavar todas las ropas de labor de los hombres, algo que me parecía espantoso, ya que nos utilizaban como marionetas; y los hombres los llevaban a trabajar a la mina, pobre de ellos, no les dejaban descansar, y muchos de ellos terminaban muriendo allí mismo; muchos de ellos no pudieron ni tener una muerte digna. También, a los que desobedecían directamente lo mataban, y sin ningún tipo de aviso; todavía recuerdo esas palabras: "te lo has ganado, ya sabes lo que te toca", ¿Podían ser más crueles?.
Recuerdo que por ñas tardes teníamos una hora para jugar, después nos íbamos a duchar (en duchas comunes), cenábamos y nos íbamos a dormir.
Hay algo que no podré olvidar en la vida, una noche escuché a dos soldados cómo se reían de todos nosotros,  sus palabras fueron: "mira aquí todos están trabajando como ratas, jajaj", eso me llegó al alma.
En el campo de concentración, conocí a cuatro personas maravillosas, dos chicas y dos chicos, me llevaba genial con ellos, y nos apoyábamos mucho unos a otros.
Un día se nos ocurrió un plan para escaparnos, aunque la verdad es que yo creía que no lo íbamos a poder conseguir, pero al final lo conseguimos, pudimos escapar y nos fuimos lejos, muy lejos del campo de concentración para que no nos pudieran encontrar; y mira fíjate, hoy aquí estamos los cinco, dando gracias por haber podido escapar de ese infierno.

Ahora voy a hacer alusión a la historia de mi familia; mi madre se llamaba Corine y mi padre Doroteo, mi padre era un hombre luchados, valiente y que lo que se proponía lo conseguía, el pobre trabajaba por una miseria, pero él lo hacía para poder alimentar y sobrevivir junto con mi madre. Con respecto a mi madre qué os voy a contar, era mi referente de vida, una madre coraje que luchaba por la felicidad y por sacar adelante a sus hijos.

Firmado
Anne 

No hay comentarios:

Publicar un comentario